Cuando hace unos meses los editores de Turpial me propusieron escribir un libro sobre la lucha contra el hambre me asaltaron las mismas dudas que hace año y medio, cuando decidí presentar mi candidatura a la dirección general de la FAO. Pero a través del compromiso y de la responsabilidad despejé rápidamente las dudas.
Considero que hoy más que nunca necesitamos visiones y voces con experiencia multidisciplinar y conocimiento suficiente del mundo global para abordar, como diría Edgar Morin, «la complejidad de la realidad del siglo XXI».
El libro pone el foco en la lucha contra el hambre, al tiempo que sugiere algunas reflexiones para que el ciudadano de a pie, y la opinión pública en general, tengan instrumentos suficientes para conocer mejor los verdaderos obstáculos y retos que existen en nuestra compleja realidad para alcanzar la seguridad alimentaria global.
Lo que pretendo con este relato no es sólo la mera ilustración, sino la sensibilización y movilización de la ciudadanía para que exija responsabilidades a los representantes políticos, así como un compromiso mayor de las instituciones tanto nacionales como internacionales.
Por que todos estamos llamados a impulsar la tarea de erradicar el hambre en el mundo.